Paquidermos, obstetricia y otras vicisitudes.



Y ahora lo fundimos, el hielo, y  les sacamos el ácido desoxirribonucleico y “ala” a andar.
Y mientras el 20% del mundo (tanto por ciento arriba, tanto por ciento abajo) se entretiene en hacer cosas requetechachis que te cagas, el resto no tiene casi ni para eso, para cagar. Pero no os deprimáis hijos míos, siempre nos quedará el Santo Padre, para hacer inversiones en pornografía, así se hace mucho más ameno todo. Y los nobles, los nuevos, se hacen los elegidos (democráticamente) y crean los fondos de inversión, las SICAVs y la Prima de Riesgo, a su imagen y semejanza. Los curritos a producir y a consumir si quieren pan, que lo demás ya lo disfrutarán otros.

¿Cómo puede ser? (se preguntarán los más intrépidos) Pues con el Marketing, que no te enteras. Que si color azul y tal ritmo de bits por second, o letras en Tahoma, y los  juguetes al fondo a la derecha, que si lles güi can. Y así ¿Quién se resiste a esos ojillos? [Más aun si tú eso no lo sabes (Y mira por donde, no, no lo sabías)] Pues nada, lavativa de líquido cefalorraquídeo, y un plasma LED HD con TDT, USB y conexión directa con la NASA nuevo, calentito, que así se ve mejor el “furgol”, por no decir cómo queda el salón. Y hombre pues ya que estas, hipoteca al 15% TAE y por un piquito más te compras el coche, y el apartamento en Torremolinos, que eso nunca viene mal. Y de BSO suenan sus bolsillos, si los de ellos, resquebrajándose.

"A la mierda"
  Fernán Gómez, F. La vida. Algún lugar (19..)
(Disculpadme, he leido mucho de este señor)

Peces chicos, 1

"...cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza." 
Mario Benedetti 







En un siglo lejano, en la periferia del mundo. Ella duerme...


El futuro ya esta aquí. Como reza la pared de la vieja estación, quieren hacernos creer que no queda nada por inventar. La vida entera cabe en el Arrabal, en todas sus formas y colores. Reluce de noche y de día, pues el orgullo de los desterrados brilla con fuerza. Somos exiliados de nosotros mismos, somos libres hasta donde llega esta inmensa jaula, este gueto de perdedores. En el horizonte de nuestra mirada sólo hay Murallas, altas como cientos de casas. Atravesarlas es casi impensable, su autoridad sobre nuestras vidas es permanente.

El futuro es mirar a la Ciudad y saber que es demasiado para nosotros. Que no merecemos más que la cloaca, las creencias vanas, la droga de la falsa libertad. Aquí los dioses andan entre los hombres. Son mitad máquina mitad carne. Su mirada nos trae la muerte. Nos exterminan, nos violan, hacen negocios, se divierten. Ellos son enviados desde el Otro lado, pueden entrar y salir, pueden gobernar, ¿pero pueden morir?
Nosotros sobrevivimos. Aún somos imperfectos, sucios, bellos animales. Hombres y mujeres de cuerpo intacto, sin implantes, como éramos hace 100 años. Somos un producto saludable, dicen los dioses. Trapicheamos, robamos, oramos, jodemos, cantamos, comemos y bebemos, respiramos el aire que nos deja la Ciudad. No hay diferencias de raza o religión. Al fin y al cabo todo el que cree en algo está obligado a creer en Ellos. A muchos les hacen trabajar, los mandan a las Fábricas, y esto es lo que más temen los que aquí nacen. Quienes dan con sus vidas allí no vuelven jamás.

Ahora nos hacen matarnos unos a otros en el Arrabal, y los niños juegan a cazarse como si esta vida de lobos fuera lo más normal. No puedo dormir, las Murallas me tapan la luna.

Hemos perdido a muchos hermanos estos días.
El tiempo corre otra vez.
La Historia sigue escribiéndose.
¿Cómo se puede matar a un dios?